martes, 11 de octubre de 2011

Ruta Imperial. Memorial Alberto Leon


Nadie podía imaginar, ni siquiera los organizadores que la segunda edición de la Ruta Imperial (pomposo nombre que tendrá que ganarse), iba a desbordar las previsiones de participación de los más optimistas. Mil doscientos era la cifra tope que había establecido la organización del evento, pero si se hubieran admitido mil más habrían entrado. No obstante se “colaron” unos cuantos sin dorsal, pero todo hay que decirlo, muchos de ellos llevaban su propio avituallamiento.
Las alarmas habían saltado a principios de semana, cuando alguien comunicó que la inscripción estaba a punto de cerrarse porque se había cubierto el cupo. De manera que más de uno y más de dos estuvieron a punto de quedarse fuera. No se puede esperar hasta el último momento. El estrés producido por esta circunstancia puso las pilas a unos cuantos y la tensión pre-marcha iba en aumento.

A las nueve y cuarto de la mañana del domingo, una nutridísima representación del mountain bike escurialense nos concentrábamos en las primeras filas del arco de salida. El aperitivo ya se lo habían tomado los Millanes, Pichi, Marín mayor y los Cabezsleck. Estos últimos, bastante motivados pues venían de corto-corto desafiando a los 7º C que había abajo.







Alvarito (tapado), Ramon, Pepe, Millan, Kanguro, Azañedo, Pichi, Tonini, Miguelon, Piolin, Tubillin, Borjita, Jalisco



De San Lorenzo estaban los Saleri, el grupo de Raúl Cámara, Borja, Oscar, Josito, Jalisco con catarro, Tubillo pequeño, Eduardo, Moya, Ramón el de la tienda, Pepe, y alguno más que no controlé. Javilín y su hermano se incorporaron sobre la marcha.



Por otra parte estaba Ricardo con los excoronas y la familia León, coorganizadores y participantes de las distintas marchas. Un zurrón de gente. También se notaron ausencias importantes, pero no voy a hacer sangre sobre este aspecto porque más jodidos estarán ellos de no haber podido asistir.

Menuda diferencia había en el arco de salida con respecto al año pasado. No se alcanzaba a ver hasta donde llegaba la gente. Al filo de las 9.30 se da la salida en la esquina de la Lonja. Yo estaba en segunda fila, pero cuando llego a los Arcos de Convalecientes van más de cien tios por delante. Y eso que la marcha ni es competitiva, ni había tiempos, ni clasificaciones. Pero está visto que a algunos, si les ponen un dorsal no conocen ni a su padre.



Ramon, Tubillin y un foraneo




Y me parece muy bien. El que quiera ir rápido que vaya, y el que no, que vaya a su bola. En una marcha hay sitio para todos. Entre los que piafaban en la salida estaban en primer término los Garcimartín, Borja, Oscar, Carlos Saleri, Jesús, Ramón,… incluso Eduardo que en esta ocasión no quería perder comba. Y los demás…, pues bueno, a hacerlo lo mejor que pudiéramos.



Millan, Guille, y un Coronas


La subida a Malagón siempre es penosa y más así, en frio. ¡Qué castigo de puerto! Pero es nuestro puerto y como tal le queremos con sus virtudes (los rellanos intermedios) y sus defectos (ese 17% de arriba que cada día se me atraganta más).A los que no parecía atragantárseles nada Malagón era a los Garcimartín-Sleck, sobre todo a Frank con ese bicicletorrio doble sin bloqueo y que pesa dos arrobas (más vale que no tenga nunca una bici sub-10). Tampoco se quedaban atrás los piafadores y llegaron casi todos arriba en tête de la course.




Piolin y Luis Azañedo



En algún punto de la subida coincido con Ricardo y varios Coronas: Ortiz, Bermúdez de Castro,… que van como despacio ¿? ¿Se estarán reservando para la bajada al puente la Parra? Casi toda la subida la hago con Marín (Soplao 2011), pero en lo más duro del puerto se me va. - Ya le cogeré en la bajada- pienso. Él va con rígida, yo doble… en fin… No conseguiría alcanzarle hasta Sta. Mª de la Alameda.

La bajada hasta la Hoya tiene su aquel porque siempre genera una cierta incertidumbre. Hoy no sé qué pasa que todos bajan como balas por las múltiples trazadas que nos ofrece esta zona. Alguno va atrancándose en cada piedra y algún otro lo paga con una clavícula rota.
En la subida andando desde el puente La Parra hacia la carretera de Santa Mª, me encuentro con Richi reparando un pinchazo. Sería el primero de cuatro de un aciago día para él. ¿Hay algo que joda más en una marcha? Bueno, sí. También te puedes romper una clavícula.

Ascendiendo este sendero-infierno dejo a Marín y me acuerdo de Pichi. Aquí es donde mejor se expresan sus piernas, pero creo que hoy no es su mejor día. Va con Millán chini-chana.
El cruce del rio Cofio después del Pimpollar y su posterior paso bajo el puente Recondo, es el comienzo de una zona inédita para casi todos nosotros. Llegamos al primer avituallamíento justo antes de la carretera de Avila en el que te dan unos botecitos de cafeína para añadir al agua del bidón y que sabe a rayos.

Por mil caminos rapidillos que entrecruzan los pinares de Valdemaqueda, avanzamos sin perdernos gracias al excelente marcaje que se han currado los organizadores. Me adelanta Ricardo y su tropa, pero vuelvo a encontrármelo nuevamente con la cubierta en la mano un poco más adelante.
El rodeo de Valdemaqueda se hace por la parte alta del pueblo por un senderito lleno de sorpresas. Varias trampas a modo de subidas a pata se sucedieron a lo largo y alto de este singel-track , rematando con una bajada de pelos de punta, más que nada por lo suelto y seco del terreno.
Nuevo cruce del Cofio que haríamos esta vez por un improvisado puentecito de tablas que han debido hacer los organizadores. Estos detalles se agradecen. En esta zona vi a varios acalambrados haciendo aspavientos. Hay que beber. Llegando a Robledo puede que sea la parte más así si lo comparamos con la belleza del resto de la ruta, pero por algún sitio hay que cerrar el bucle y no hay otra forma mejor.

En la llegada al avituallamiento de Robledo se coincide con la marcha de los de 45 Km. Se nota porque se empiezan a ver bastantes chicas y gente que monta menos en bici que los machacas de la larga. Coincido en este avituallamiento con Guillermo y Raúl Cámara. Beber, manzana y la última bala en forma de gel para rematar la faena decentemente.
La subida hasta el túnel es un constante adelantar a los de la marcha media. Atravesamos Zarzalejo a toda pastilla, como creo que lo hizo Miguel solo 45 minutos antes. Nada más pasar el caño de la Estación, en la entrada del camino que va hacia los Ermitaños, hay un tumulto de gente en una zona con piedras sueltas. Ahí está Millán Jr. con su novia que hacen la de 45 km y esperan a que se aclare un poco el paso. Llegar a la Herrería es siempre un disfrute, subir la cuesta de los Pastores es menos disfrute pero esto está finiquitado, aunque la llegada hasta el parque de la Bolera es un poco caótica con el tráfico rodado abierto.

Bajo el arco de meta el reloj marca las dos menos cuarto. Hace bastante rato llegaron los Sleck (Frank el cuarto), Oscar, Borja, Andy, Ramón, Jesús, Saleri, Eduardo… no sé en qué orden, pero todos entre los cincuenta primeros. El pabellón escurialense queda bastante alto. En estos momentos es cuando a uno le gustaría verse en una clasificación, pero la marcha es como es. Otro año si eso.
La mañana del domingo la hemos echado bastante bien. Nos hemos juntado muchos de los que rodamos por estos montes con Alberto. Qué mejor homenaje podíamos rendirle, que estar en una marcha que, como siga así, puede ser el referente de las marchas de MTB de la Comunidad de Madrid.

Enhorabuena a todos.

Luis Azañedo
Octubre de 2011

Más fotos en Memorial Alberto Leon ......................... Jalisco

Gracias a Luis por su cronica. Yo por culpa de mi constipado no pude hacer la marcha de 70, solo salí, pero hice la de 15, con mi chica y sus amigas y solo por el dia que era merecia le pena.


Arancha, Romi, Tania, Berrocal, Maria

1 comentario:

  1. Caigo en este blog por recomendación de Luis Azañedo, maestro y amigo, que, además, ha salpicado este espacio con una de sus crónicas. Todas únicas e inigualables, como él.
    Gracias Luis por doble motivo.
    Abrazos al administrador del blog -que seguiré desde ahora- y al maestro.
    Nos vemos.

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